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| Foto by pabloramirez@lentedigital.com.ar |
Los has leído, has admirado a tus autores favoritos, has descubierto detalles que sacudieron tu inteligencia, tus emociones, tus deseos. Eso hacen los autores. Porque son artistas de las palabras (y los silencios). Porque tuvieron que empezar alguna vez y, en el comienzo —también se sabe eso— estaba el verbo. Y luego, el sustantivo. Y luego la frase, la oración, el párrafo. Para cuando quisimos acordarnos, toda una red de ideas y palabras, y de emociones y sensaciones estaba latiendo allí, en esa hoja que, en el principio, era blanca, nada más; blanca y dispuesta a recibir nuestro verbo. Eso hacen los autores.
Pero paso a paso. Siempre hay un comienzo. Y otro comienzo. Y otro. ¿En cuál comienzo se encuentra el que lee estas palabras?
Te invito a que desarrolles tus potencialidades, a que descubras herramientas para escribir un cuento o un relato (por ahora). Te invito a que nos encontremos en un grupo de trabajo para estudiar cómo ser autor, labrando cada hilo de la trama, acariciando el papel con nuestras intuiciones. Te invito a que leas tu obra, grande o pequeña, y que compartas la lectura con otros compañeros, para que se convierta en arte, para que se transforme en universo, para avanzar con el siguiente relato, y el siguiente, y el siguiente. Ah, claro, me olvidaba: hay una taza de té que te espera en este proceso semanal. ¿Por qué? Bueno, ya lo dije: porque me había olvidado de decirlo, por el entusiasmo de las palabras...
Dale, escribime. Los grupos son reducidos (no más de cinco). Trabajamos por trimestre y por objetivo concertado. Una vez por semana y la seguimos por Internet. Comenzamos un grupo nuevo a mediados de mayo o cuando se complete el grupo.
Siempre hay una hoja en blanco que está esperándonos.
Ariel Pytrell
Escritor, dramaturgo, guionista
tallerautores@gmail.com
